Cómo elaborar un herbario de plantas medicinales


Si te preguntas cómo elaborar un herbario de plantas medicinales estás en el sitio perfecto y en el momento oportuno. ¿Vamos a ellos?

Un herbario es una colección de plantas secas, que suele conservarse en los institutos botánicos. Estos materiales permiten a los botánicos de todo el mundo comparar especies, inventariarlas y clasificarlas, tener un archivo de las plantas recogidas en una región…

Por tanto, son colecciones muy útiles para la investigación.

¿Sabías que puedes hacer un herbario tú mismo?

Debes saber que la colocación de las plantas en un herbario cumple ciertos criterios. Para que el herbario sea utilizable y se conserve a largo plazo, he aquí algunos consejos sobre lo que hay que hacer.

En primer lugar, una regla básica: no arranques las plantas y las tires después, las dejes que se sequen en una bolsa de plástico o que se enmohezcan. Sólo debes prensar tantas plantas como puedas manejar durante el proceso de secado.

Varias especies están protegidas, por lo que está prohibido cogerlas.

Vamos a ver cómo elaborar un herbario de plantas medicinales por etapas:

Etapa 1: recolección y la colocación en el herbario

Materiales

  • hojas de papel de periódico de tamaño A3
  • prensa (2 tablas, rejillas metálicas y correas o libros pesados) un poco más grandes que tamaño A3
  • cuchillo y tijeras de podar
  • cuaderno de recolección
  • lápiz
  • la flora

Técnica

La elección de las muestras implica elegir una planta de aspecto típico dentro de la población. No recojas especies aisladas, ya que puede que destruyas una zona de plantas raras.

Las plantas no deben recogerse en un día lluvioso o si hay mucho rocío, ya que las muestras pueden pudrirse al secarse. Se debe cosechar toda la planta, incluyendo el sistema radicular, las hojas basales y del tallo, y las partes reproductivas (flores y/o frutos, conos o esporangios). Puedes utilizar el cuchillo para evitar arrancar las raíces. Retira la tierra de las raíces con la mano, teniendo cuidado de no romper la muestra.

A continuación, introduce la muestra en una hoja de papel de periódico con el formato del futuro herbario. Este paso es bastante delicado porque hay que asegurarse de que la planta esté bien extendida para que se seque fácilmente pero también para evitar que las hojas o las flores se dañen. Introduce varias hojas de papel de periódico vacías entre cada hoja que contenga una planta para proteger mejor las muestras y absorber su humedad. El fardo se sujeta firmemente entre las dos tablas con dos correas. Es necesario apretar, pero no aplastar demasiado. El prensado aplana la planta para facilitar su almacenamiento a largo plazo sin romperla.

A cada muestra tomada se le asignará inmediatamente un número (llamado número de cosecha), que se anotará en el periódico o en un trozo de papel partido en el que se haya introducido la planta. Este número único seguirá a la pieza del herbario y permitirá identificarla. Este número se corresponderá con las notas tomadas en el cuaderno de recogida al mismo tiempo que la recogida. Estas notas permiten que el herbario tenga valor.

Las notas incluirán la siguiente información

  • el nombre de los coleccionistas
  • la fecha de recogida
  • información que permita localizar la planta: país, municipio, localidad, eventualmente coordenadas GPS para los equipados
  • tantas indicaciones ecológicas como sea posible: al menos la altitud, el sustrato, el tipo principal de vegetación
  • notas relativas a las características que no son visibles en la muestra seca (colores, olor, tamaño medio de los individuos de esta población, etc.).

Las plantas deben prensarse lo antes posible después de la cosecha. Si el prensado no se realiza en el campo, mantén las plantas en bolsas de plástico bien cerradas en un lugar fresco y sombreado.

Indicaciones para muestras grandes o de gran tamaño

Puedes cortarlas por la mitad o secar algunas partes grandes (frutos, conos, bulbos) por separado.

Asegúrate de que están bien etiquetados con el mismo número de cosecha.

Si la planta es muy grande y no es posible ponerla en el herbario tal cual, se puede especificar el tamaño de la planta, y qué parte se toma, o indicar si se trata de una hoja basal o del tallo.

Las hojas basales no siempre tienen la misma forma que las hojas del tallo. Además, las hojas cercanas a la inflorescencia pueden tener una forma diferente a las alejadas de ella, lo que obviamente es una característica de la especie en cuestión.

Etapa 2: secado

Materiales

  • hojas de periódicos secos.

Técnica

El secado determina la calidad de la presentación de las láminas del herbario y su vida útil.

Mientras la muestra no esté completamente seca, también es posible rectificar su forma para facilitar la observación posterior de ciertos detalles (reverso de las hojas, estípulas, etc.).

El herbario debe conservarse en un lugar seco durante varios días. El papel que contiene las plantas y las hojas vacías deben cambiarse con frecuencia hasta que las muestras estén secas.

Si las muestras son ricas en agua y no se hace todos los días al principio y después cada dos o tres días, se corre el riesgo de que se pudran o se enmohezcan.

Para que el secado sea más rápido, se puede insertar un cartón ondulado para que el aire circule entre las hojas.

Se debe tener cuidado de que el número de cultivo siga a la muestra cuando se cambie la hoja de secado.

Paso 3: Montaje

Materiales

  • hojas sueltas de cartón ligero o papel grueso pero rígido (aprox. 160 g/m²) en formato A3
  • carpetas de cartón ligero o de papel grueso pero rígido (aprox. 160 g/m²), tamaño A3, dobladas
  • etiquetas preimpresas o hechas por ordenador
  • papel engomado
  • pinzas finas (como las pinzas de depilar)
  • esponja húmeda
  • cola blanca

Técnica

Las plantas se sujetan cuidadosamente a las hojas sueltas con tiras de papel engomado. No utilices nunca cinta adhesiva para fijar las muestras, ya que envejece rápidamente y mal. El papel engomado se corta a la medida deseada (se recomiendan trozos pequeños para mantener la discreción). Así, la muestra puede ser trasladada y sustituida sin riesgo de daños.

Humedece el papel engomado con la esponja húmeda. Para facilitar la manipulación, si las tiras son finas, puede utilizar unas pequeñas pinzas.

Las etiquetas se pegan en la parte inferior derecha con un discreto punto de pegamento; también puedes alternar el lugar de las etiquetas en las láminas para distribuir mejor las muestras en tu fajo.

Prueba primero, ya que algunas colas pueden traspasar el papel y borrar la tinta.

También puedes utilizar tiras de papel engomado para fijarlas.

Las etiquetas contienen la siguiente información

  • el nombre de la familia de plantas
  • tras la identificación de la planta, el nombre científico y el nombre de su autor
  • información que permita localizar la planta: país, municipio, localidad y, en su caso, coordenadas GPS para los equipados
  • la ecología del lugar de recogida: al menos la altitud, el sustrato, el principal tipo de vegetación
  • una descripción morfológica de la especie (herbácea, arbusto, árbol) con indicación del tamaño de la planta viva y del color de las flores: toda la información relativa a las características invisibles en la muestra seca (colores, olor, tamaño medio de los individuos de esta población…) que se hayan tomado sobre el terreno (no deben copiarse en un libro)
  • el nombre de los recolectores
  • su número de recogida y la fecha de recogida

También se puede informar de los usos, si los hay (medicinales, tintoreros, alimentarios, etc.). Los elementos adicionales de la etiqueta deben depender de la finalidad del herbario.

Si hay demasiada información que rellenar o si la etiqueta ocupa demasiado espacio, hay que revisarla.

Este método de cómo elaborar un herbario no es dogmático. Existen varias técnicas para crear un herbario, algunas de las cuales difieren de ésta, especialmente en lo que respecta a las prácticas de fijación. Lo importante es tener muestras bonitas y bien informadas.

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