No es fácil reconocer la miel auténtica de la falsa. Sí, muchas mieles se importan de Asia… Y algunas mieles industriales no son más que una mezcla de glucosa, agua y gelatina. Entonces, ¿Cómo se puede comprar una buena miel, disfrutarla y beneficiarse de todas sus virtudes? Afortunadamente, un apicultor me dio todos los consejos que necesitaba para diferenciar la miel falsa de la real. Así que compartir contigo cómo saber si es miel pura y natural.
¿Como saber si es miel pura de abeja natural?
Aquí tienes 8 consejos para reconocer la miel auténtica de la falsa y no dejarte engañar. ¡Compruébalo por ti mismo!
- Compra miel local producida cerca de tu casa – En general, es mejor comprar la miel directamente al productor. En primer lugar, puedes hacerle todas las preguntas que quieras. También puede visitar la granja más cercana. Esta es una gran idea para una actividad gratuita para hacer con los niños. En segundo lugar, debes saber que los productores guardan la mejor miel para su propia producción. Y venden el resto a los industriales que comercializan la miel. Cuanto más local sea tu compra, más seguro estarás de obtener un producto de calidad. A veces es difícil encontrar miel de producción local que sea reconocida por sus cualidades por los expertos. En su defecto, elije miel europea o sudamericana como último recurso. Pero evita las que se comercializan como no comunitarias. Suelen venir de China. Y, por desgracia, muchas de ellas son mieles falsas.
- Descifra la etiqueta – En la etiqueta, deberías ver la lista de ingredientes. La miel debe ser 100% pura. Ningún tipo de aditivo debe estropear su néctar. – Lo ideal es que aparezcan las palabras «Miel recolectada y envasada por el apicultor». – También debe indicarse la fecha de caducidad. Y no debe superar los 2 años. – Otra cosa que hay que buscar es el origen de la miel. Conocer el origen de la miel es una garantía de calidad. Por último, una buena miel también indica de qué flores procede: lavanda, acacia, castaño, naranja, mil flores… Esto es obviamente un factor determinante en su sabor. Y si puedes, elige miel ecológica.
- Observa la miel – La buena miel suele tener un bonito aspecto y color dorado o amarillo. Pero cuidado, la adición de colorantes también puede producir hermosos colores. Así que mira bien a tu miel. Suele tener algunas imperfecciones. Puede contener partículas de polen, un poco de cera de abeja o propóleo. Si ves algo de esto, es una buena señal, paradójicamente. Esto demuestra que es genuina. Además, la miel real puede cristalizar a largo plazo (de 6 a 12 meses). Si este es el caso de tu tarro de miel, no te preocupes. Es normal y un signo de calidad. Pero cuidado, la cristalización debe ser uniforme.
- Comprueba si la miel se disuelve en el agua – Has comprado un tarro… ¿Y una terrible duda te atormenta? Puedes someter a tu miel a una serie de pruebas para averiguar la verdad. Por ejemplo, llena un vaso con agua fría. A continuación, toma una cucharadita de miel y déjala caer en el vaso. Si cae directamente al fondo del vaso sin mezclarse, la prueba es positiva. ¡Tienes una miel de verdad!
- Prueba de caramelización – Una buena miel auténtica tiene otra cualidad. Se convierte en caramelo muy rápidamente. Así que pon un poco en una sartén. Caliéntalo. Si se convierte en caramelo muy rápidamente, ¡es un éxito! Si empieza a hacer espuma, no es una buena señal. Tu miel es probablemente falsa.
- Haz la prueba de la mancha – A menudo, las mieles falsas se fabrican con muchos tintes para darles un bonito color dorado. Esto es una buena noticia para ti. Porque los tintes manchan. Así que para saber si tienes miel verdadera o falsa, pon un poco en un paño blanco. ¡Haz una buena mancha! A continuación, lava el paño. Si quedan anillos o manchas, es miel falsa. Si la mancha se desprende, es miel de verdad.
- Hacer la prueba de la toalla de papel – Otro truco para frustrar las mieles fraudulentas es la prueba de la toalla de papel (o papel de cocina). Coge una toalla de papel y pon un poco en ella. Si se absorbe directamente, ¡mala suerte! Es falsa. Si se queda compacta en la servilleta, tienes todas las posibilidades de conseguir la verdadera.
- Haz la prueba de fuego – ¡No, no es una prueba de Koh Lanta! Es una prueba para ver si tienes miel de verdad. Para ello, recubre el extremo de una cerilla con miel. Luego, con otro fósforo, préndele fuego. Si el fuego se prende fácilmente, es miel de verdad. Pero si el fuego tiene problemas para prender, es falso. ¿Sabes por qué? Porque está hecha de mucha agua. Esto evita que el fuego se prenda.
Y ahora ya conoces todos los trucos para comprar miel de verdad y cómo saber si es miel pura y natural, porque con la miel de verdad puedes disfrutar de todos sus beneficios para la salud. Por no hablar de todas las estupendas recetas que se pueden hacer con ella, por ejemplo, gambas salteadas con miel y ajo, plátanos al horno con miel, pollo con miel y limón, zanahorias asadas con miel… e incluso para tu belleza, la miel es indispensable.
